Nos han taladrado tantas veces con frases como "hacia atrás ni para coger impulso" o "where's the limit?" que parece que debemos estar siempre en una continua evolución positiva.
Las redes sociales pueden ser beneficiosas, si se saben usar, pero también tienen sus peligros y es que la gente real no siempre es #happy, come #healthyfood ni entrena #atopedepower. Intentar ser como esos instagramers, youtubers o tuiteros que nos gustan puede resultar en ocasiones de lo mas antimotivacional. Y con esto no quiero decir que esté en contra del postureo, aunque creo que hay unos límites que no quiero, ni debo, superar.
Todos podemos salir en una foto como auténticos pibonazos y un segundo más tarde hacernos otra que dejaría nuestra autoestima en el hoyo más profundo, pero está claro que sólo publicaremos la primera. Y es que la luz, la composición, la pose, etc., hacen mucho, eso lo saben y dominan las instagramers que tienen miles de seguidores. No hace falta tirar de Photoshop para parecer más delgada, quitarnos la celulitis, las estrías...
Me parece tonto decir que he entrenado si no lo he hecho, hacer pasar entrenos de otras personas por propios o subir fotos con un helado o una hamburguesa que no me he comido para parecer que el tener el famoso six-pack es compatible con una dieta menos estricta.
Nos engañamos nosotros, nos autometemos presión y podemos hacer mucho daño a aquellos que nos siguen.
Nos engañamos nosotros, nos autometemos presión y podemos hacer mucho daño a aquellos que nos siguen.
Y es que me parece fundamental no falsear la realidad, si en el último año he pillado peso o soy todavía más tortuga corriendo se dice y no es un drama. Soy una persona real, y las personas reales somos fallonas y a veces vamos para atrás o encontramos nuestros límites, sin que eso signifique que nos hemos rendido. Pero si me quiero rendir ¿quién es nadie para juzgarme?.
Y todo esto para contaros que he engordado respecto al año pasado, son sólo 4kg pero me siento pesada y lenta. Y que me va a tocar hacer muchas series para recuperar esa "velocidad" perdida. Si, es un paso atrás, pero que ha servido para ponerme en mi lugar y volver a darme cuenta de que las cosas no las regalan. No es un drama ni una derrota, es una llamada de atención para recordarme que la maratón hay que ganársela trabajando duro y más si quiero hacer MMP.
Toca ponerse las pilas.