Cada cual tiene sus preferencias, personalmente prefiero correr en invierno, pero ¿qué hacemos cuando llega el verano?.
Algunos runners optan por parar de correr hasta comienzo de la nueva temporada de carreras, otros bajan un poco el nivel de los entrenamientos, y luego están los locos que vemos corriendo a las 2 de la tarde en pleno mes de agosto, como si la canícula no fuese con ellos.
En verano no es para nada recomendable salir a las horas de mas calor, se junta el calor y la mayor concentración de ozono troposférico por culpa de la insolación. La mezcla perfecta para que nos llevemos un buen susto.
EL GOLPE DE CALOR
Dificultad para respirar, fatiga, calambres musculares, mareo y/o nauseas nos están advirtiendo de un inminente golpe de calor. Al menor síntoma se debe parar y ponernos a la sombra. Si podemos debemos refrescarnos bebiendo agua a pequeños sorbos y mojarnos especialmente la nuca.
CONSEJOS
1. Lo principal es elegir la hora del día, lo ideal es salir antes de que amanezca, ya que es la hora mas fresca del día. Si no es posible o no nos gusta madrugar la siguiente mejor opción es salir a última hora de la noche.
Debemos tener en cuanta que la temperatura mas alta del día se alcanza entre las 15 y las 17 horas.
2. Hidratarse antes y después del entrenamiento. Para ello debemos de beber mas agua que en cualquier otra época del año, teniendo en cuenta que no solo necesitamos agua, porque con el sudor vamos a perder metabolitos. Haz de las bebidas isotónicas tus aliadas especialmente en estas fechas.
3. Hidratarse durante el entrenamiento. Para ello hay múltiples opciones, desde cinturones o mochilas de hidratación (no solo aptos para aquellos que corren por montaña), planificar rutas donde sepamos que hay fuentes. Dejar repartidas botellas de agua escondidas por nuestro recorrido. E incluso hay quien deja una botella en el buzón de su casa para hacer un parón durante el entrenamiento.
4. Elegir bien el sitio. Zonas sombreadas, especialmente con vegetación van a hacer descender un poco la temperatura y nos servirán de gran ayuda. Mucho cuidado con zonas donde haya una gran humedad.
5. La ropa. Colores claros, ropa muy transpirable y porque no correr sin camiseta nos ayudará a vencer el calor. Una gorra transpirable nos será también de gran utilidad.
6. Proteger piel y ojos. Algo que siempre se nos olvida, los corredores también necesitamos protección solar y por supuesto gafas de sol.
7. Por último unos pequeños consejos para los que el sudor se os mete en los ojos, con la consiguiente molestia. Para evitarlo hay tres pequeños trucos, el primero es la gorra, si tu no eres de gorra o no te funciona otra opción es la cinta (si, has leído bien, una típica cinta como la que usan los tenistas puede quitarte un quebradero de cabeza). Si todo esto falla prueba con poner vaselina en las cejas.
Ahora ya no tienes excusa para salir a correr este verano.
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