miércoles, 25 de mayo de 2016

Confesiones de una runner

Todavía no he escrito la entrada sobre mi debut en maratón, no se me ha olvidado, han pasado muchas cosas desde ese día que no me han permitido dedicarle el tiempo que querría. Espero poder compartirlo no dentro de mucho.

Hoy vengo a hablaros de algo muy diferente a correr, aunque a veces relacionado, fue lo que me acercó a este mundo.

Hace poco tuve una conversación con mi chico sobre la imagen que damos a través de las rr.ss. Siempre ideales, sin problemas, sin complejos, familias perfectas, sonrisas profident, vida fit...

Poco después ví la foto de los pies de @runeralicantina y pensé "que huevos tiene esta chica". Se supone que debemos estar ideales, perfectas, no es necesario que hable de la presión que la sociedad ejerce sobre nosotras. Pero esa foto rememorando la de Martin Fiz con la medalla de la maratón me hizo pensar. Eran los pies de una MARATONIANA, así en mayúsculas, no eran los pies bonitos que vemos en los anuncios, sino unos pies que han trabajado duro para llegar tan lejos. Y eso les hace preciosos!!

Por un microsegundo se me paso por la cabeza hacer lo mismo, con mis pies de maratoniana novata que se ha ganado a pulso tener 4 uñas negras. Pero no, yo no tengo esa seguridad para mostrar mis pies si no es bajo capas y capas de esmalte de uñas.

Mas tarde vino la otra conversación, la que me ha hecho terminar de darle vueltas y acabar escribiendo. Solo deciros que era una chica, desmotivada porque empezó a correr para perder peso. Y que aunque hace dieta no ve los cambios que ella esperaba, esto además le deja sin energía para poder correr. No adelgazar y no ver casi evolución corriendo está haciendo que esté con un importante bajón, la pescadilla que se muerde la cola.

Así que después de unos días dándole vueltas a la famosa "operación bikini" y a la imagen falsa de las redes sociales que tanto daño nos hacen a las mujeres he querido salir del armario.

Mido 1'63 y actualmente mi peso está entre los 53'5-54kg. Algunos pensarán que es un peso normal, otros que soy delgada y alguno hasta verá sobrepeso.
Nunca he pesado mas de 57 y pico (ya lo se, alguna mataría por ese peso mientras otros pensarán que estaba gorda), y en el pleistoceno pesaba 48kg, mi tope por debajo.

Porque os cuento esto, porque siempre, SIEMPRE me he visto GORDA, así también con mayúsculas. Se que el problema no es el peso, no es la báscula, es mi cabeza. La imagen distorsionada que tengo de mi.
Todavía a veces me sorprendo cuando compruebo el diámetro real de mi cuerpo, soy una gorda en una talla S.

No os voy a hablar de dietas, porque nunca las hice, bastante con mis problemas pasados con la comida, este es el primer año que me había propuesto hacer la "operación bikini". Pero no, no puedo entrar en ese juego, no porque se lo que conlleva y no es el cuerpo de un ángel de Victoria Secret.

Empecé a correr una de las tantas veces que me acercaba peligrosamente al temido 58. Y es lo mejor que he hecho, aunque me llevó un tiempo pasar de la mentalidad "corro para adelgazar" a "corro porque me gusta". Cuando empecé a correr gane peso (era músculo, pero yo solo veía como la báscula cada vez marcaba mas) y conseguir superar la barrera mental fue difícil, hasta aumenté peso preparando la maratón!! La diferencia es que me siento mejor físicamente que cuando tenia 20 años, estoy mas ágil, tengo mas fondo y mentalmente soy mas fuerte que cuando pesaba 48. Todo eso se lo debo a este deporte.

Quizá lo estés leyendo y seas de aquellos que están pensando que de que me quejo, que siempre he estado delgada. Y no te falta parte de razón, pero otra persona pensaría que ya le gustaría tener tu peso, si el tuyo, con tal de poder andar o ver. Y es que la importancia del peso es muy relativa, verdad?? Este es el pensamiento que intento meterme en la cabeza con calzador cada día.

Hay que hacer deporte y llevar una alimentación sana por salud, no por peso. No por tener el cuerpo de Vikika, Kayla o cualquier otra bloguera fit de moda (y que coste que tienen toda mi admiración porque han logrado lo que yo jamas conseguiré, pero he decidido que ese sacrificio no me merece la pena). Y seguro, seguro, que cada una de ellas en su interior guarda un complejo.

Los complejos seguirán estando ahí aunque llegues al peso que crees ideal. Siempre he estado acomplejada de mi tripa, desde pequeña cuando algún familiar un tanto cabrón (ahora se que era pura envidia) me comparaba con las famosas muñecas barriguitas (si, hay que ser muy hija de p...). Lo sigo estando, con 48kg lo estaba, mi tripa va a seguir allí aunque vuelva a ese peso, que ya no me parece saludable.

Nunca subo fotos con la tripa al aire (podéis comprobarlo). En verano me cuesta un mundo quitarme la camiseta y quedarme en bikini. Y solo cuando el calor aprieta a rabiar, es de noche y no me cruzo con nadie, me permito correr en top...cosa que me encanta. Me encantan los tops cortos que yo nunca me pondré, quizá sea tan solo por eso.

Con todo esto solo quiero deciros, no se es mas feliz por estar mas delgado, no vas a tener menos complejos. No pierdas el tiempo y la salud con dietas milagro, operaciones bikini, BBG...
Come sano, haz ejercicio, poco a poco veras los cambios, ten paciencia. Y te darás cuenta que precisamente los físicos no son los mas importantes.

No me gusta ver a mujeres maravillosas sintiéndose mal por querer entrar en cánones de belleza o tallas que en realidad no es la norma, sino lo raro. No me da la gana, yo ya he decidido que no quiero seguir sintiéndome así. Si consiguiera que solo una persona abriera los ojos, todo lo que he contado, habrá valido la pena.

Gracias por leerme :)

Nota: estás en mi casa, si no vas a hacer una crítica constructiva te pido que la guardes para ti.