sábado, 18 de agosto de 2018

El paso atrás

Nos han taladrado tantas veces con frases como "hacia atrás ni para coger impulso" o "where's the limit?" que parece que debemos estar siempre en una continua evolución positiva.

Las redes sociales pueden ser beneficiosas, si se saben usar, pero también tienen sus peligros y es que la gente real no siempre es #happy, come #healthyfood ni entrena #atopedepower. Intentar ser como esos instagramers, youtubers o tuiteros que nos gustan puede resultar en ocasiones de lo mas antimotivacional. Y con esto no quiero decir que esté en contra del postureo, aunque creo que hay unos límites que no quiero, ni debo, superar.


Todos podemos salir en una foto como auténticos pibonazos y un segundo más tarde hacernos otra que dejaría nuestra autoestima en el hoyo más profundo, pero está claro que sólo publicaremos la primera. Y es que la luz, la composición, la pose, etc., hacen mucho, eso lo saben y dominan las instagramers que tienen miles de seguidores. No hace falta tirar de Photoshop para parecer más delgada, quitarnos la celulitis, las estrías...


Me parece tonto decir que he entrenado si no lo he hecho, hacer pasar entrenos de otras personas por propios o subir fotos con un helado o una hamburguesa que no me he comido para parecer que el tener el famoso six-pack es compatible con una dieta menos estricta.
Nos engañamos nosotros, nos autometemos presión y podemos hacer mucho daño a aquellos que nos siguen.


Y es que me parece fundamental no falsear la realidad, si en el último año he pillado peso o soy todavía más tortuga corriendo se dice y no es un drama. Soy una persona real, y las personas reales somos fallonas y a veces vamos para atrás o encontramos nuestros límites, sin que eso signifique que nos hemos rendido. Pero si me quiero rendir ¿quién es nadie para juzgarme?.



Y todo esto para contaros que he engordado respecto al año pasado, son sólo 4kg pero me siento pesada y lenta. Y que me va a tocar hacer muchas series para recuperar esa "velocidad" perdida. Si, es un paso atrás, pero que ha servido para ponerme en mi lugar y volver a darme cuenta de que las cosas no las regalan. No es un drama ni una derrota, es una llamada de atención para recordarme que la maratón hay que ganársela trabajando duro y más si quiero hacer MMP.


Toca ponerse las pilas.

domingo, 12 de agosto de 2018

Yoga para palos

Os estaréis preguntando que hago yo hablando de yoga, pues todo tiene una explicación. Todo empezó con el #PlanPibon que como os conté en el post anterior consiste en hacer cada día algo para hacernos sentir bien desde un punto de vista saludable (lo de comer chocolate aunque nos haga sentir bien no cuenta, que ya os estoy viendo venir). Y en realidad todo surge de intentar seguir el método kaizen del que también escribí en el blog. 

Pues bien, aunque en estos años corriendo he mejorado mucho, me he dado cuenta después de 4 maratones que, como dice el libro de Isabel del Barrio, "correr es algo más".



Para evitar lesiones y conseguir seguir mejorando he introducido, en mi entrenamiento, sesiones de fortalecimiento y de yoga. Otro día os hablaré de la importancia de fortalecer para correr mejor, hoy toca hablar de yoga.

Todos sabemos lo importante que es estirar después de entrenar, aunque muchas veces se nos olvide hacerlo. Correr significa hacer un movimiento muy repetitivo con las piernas que, de hacerse mal, puede ser lesivo. Por otro lado, la mayoría de los corredores hacemos sesiones de fortalecimiento, quizá no vayamos al gimnasio a hacer un día de piernas, pero si hacemos entrenamientos destinados a fortalecer como es el caso del entrenamiento en cuestas. Si sumas todo esto, tienes el cóctel perfecto para acabar siendo un runner palo.




Ser flexible es importante para correr, es necesario tener una buena movilidad articular para que el movimiento sea fluido y natural, por lo que es necesario que nuestros músculos y ligamentos tengan cierta elasticidad. Una forma de ganar elasticidad es mediante el yoga, que además contribuirá a disminuir el estrés muscular y, como no, el psicológico.




Quizá penséis que no es para vosotros, que no tenéis la flexibilidad suficiente para hacer esas posturas que se ven en rr.ss. pero el yoga se adapta a todos los niveles, y también para los que somos un runner palo, que es algo que tenemos en común con el gran Chema Martínez.



Lo ideal es poder ir a clase de yoga o tener una persona que nos ayude, aconseje y guíe, pero si no tienes dinero o tiempo suficiente no hay excusa. Así es como he llegado yo al yoga, gracias a las redes sociales, a hagstads como #inflexibleyogis o #yogaforbeginners y yoguis de todo el mundo que comparten en internet sus conocimientos. Y es que quizá no deje de ser un palo, pero poco a poco voy viendo pequeños avances, y no sólo desde el punto de vista de la elasticidad, que me hacen creer que vale la pena.
Y vosotros...¿sois runners palo?