lunes, 1 de febrero de 2021

Un medio maratón, dos donuts y un TOC

Hay comidas que entran por los ojos. A veces esas comidas no son sanas pero decides meterlas en tu cheat meal porque para eso has estado el resto de la semana comiendo sano. Y cuando por fin llega ese día de la semana con el que has estado soñando resulta que esos donuts de colores con miles de virutas que te estaban haciendo ojitos no están tan buenos como pensabas. De hecho te encuentras que son mas bien insípidos y no por el síntoma de ninguna enfermedad. Entonces llega la decepción, el sentimiento de culpa de haberte metido esas calorías para nada y no haber elegido algo mas rico en vez de dejarse llevar por la vista.


Sin esos donuts nada habría pasado.

Tenía que salir a correr, no por los donuts, es que tan solo había corrido dos días en Enero y una tiene su corazoncito runner. La idea era hacer al menos 5K pero con los parques cerrados aún en Madrid solo me quedaba el carril bici. Recordé que habían vuelto a cortar algunas calles así que decidí ir a la mas cercana, la que bordea el parque del Paraíso. Mejor eso que el carril bici masificado un sábado.

A la segunda vuelta a la avenida de Arcentales ya me había dado cuenta que no iba a aguantar ni los 5K en ese modo hámster pero había que quemar esas cosas con forma de donuts. Así que decidí ir corriendo bordeando el parque hacia la peineta, ¡ups! quería decir el Wanda Metropolitano, para coger el carril bici dirección Moratalaz porque Barajas estaba confinado. 


Entre los parques cerrados y las zonas sanitarias confinadas antes de correr toca hacer un master.

Cuando me quiero dar cuenta me he pasado los 10K y decido seguir corriendo hasta hacer 1h30'. Y es que esa es la manía que tengo, bueno una de las muchas pero es la que tiene que ver con que acabara corriendo mas de lo que había pensado. Y cuando llevaba 1h30' pensé que quedaba poco para los 15K y eso es aún mejor que hora y media. Pero de los 15K a las 2h de trote tampoco es que hubiera una gran diferencia y así comenzó la vuelta por el carril bici hacia la peineta. En ese punto ya me di cuenta que la cosa se me había ido de las manos.


Hacía que no corría 15K seguidos desde la Tractorismo Race de 2020 pero me sentía bien. No llevaba geles, me había terminado el agua, no me había puesto vaselina, llevaba unas zapatillas con las que solo había trotado 10K y desde que me salí de la calle cortada llevaba una FFP2. Todo mal.

Lo que pasó a continuación no os sorprenderá. De las 2h pasé a los 20K y ya que estaba pues daba otra vuelta al Wanda y completaba la MM. Parece fácil así contado pero tocó luchar contra el viento muchos kilómetros especialmente el último.


Puedo decir que estoy orgullosa, que mola mucho lo de superarse pero también que podría haber salido mal y que no era el momento. Así que la conclusión de todo esto es: ve a lo seguro, no te dejes llevar por los donuts de colores que no conoces. 


¡Gracias por leer!

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